
Y es esa mezcla de todo y nada.
El viento canta tranquilo,
sueña que siempre acaricia,
no sabe de apuros, respira en tu andar.
Y es esa nada, ya toda mezclada,
que te escucha ansiosa,
que te apura el habla,
sincera tu andar.
Y es que ahora ves todo,
nada está mezclado,
tus muros se vencen,
tu piel se completa,
tus ojos son fuertes,
se afirma tu andar.