miércoles, 18 de noviembre de 2009
Por
Arbol
Hoja
Salto
Luz
Aproximación
Mueble
Lana
Gusto
Pie
Te
Mar
Gas
Mirada
Nube
Loba
Dedo
Cal
Gesticulador
Hijo
Cama
Menta
Sien
Rey
Fin
Sol
Amigo
Cruz
Alga
Dado
Cielo
Riel
Estalactita
Mirador
Corazón
Hombre
Rayo
Felpa
Sed
Extremidad
Insolación
Parecer
Clavo
Coito
Dios
Temor
Mujer
Por
[“Por” - Pescado Rabioso]
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Libertad
domingo, 18 de octubre de 2009
Sordos
Y si volar no es tan difícil,
y si pensar es traicionero,
y si esperar no ayuda al vuelo,
no pienses más, no frenes.
Y si los ojos no esperan nunca,
y si la espera retrasa el vuelo,
y si tu mano se queda muda,
no mires más de lejos.
Y si tus manos están tan mudas,
que ya tus ojos no las escuchan,
que ya tu vuelo se queda ciego,
no le hables más al cielo.
Y cuando esperes el vuelo vivo,
cuando tu aire se haga deseo,
no grites más de lejos,
no pienses tan complejo,
no limpies más reflejos.
lunes, 31 de agosto de 2009
Interior
Como dormida dentro de sí
como durmiendo
dentro del agua
fuera del tiempo
¿fuera de mí?
Mojada de lluvia
bañada de aire
teñida de sombras
cubierta de paz
asoma sus alas
inquietas, rebeldes
y toca tu sed
tu habla
tu andar
despierta en reflejo
camina
te ve
retiene tu aliento
fuera del agua
dentro del tiempo
se pierde en la noche
como dormida dentro de sí
como durmiendo.
jueves, 23 de julio de 2009
martes, 21 de julio de 2009
Quizás una brisa
Esa lluvia que hasta ayer se hacia llanto,
dejándote en harapos,
ahogándote la piel.
Ese viento que hasta ayer te gritaba,
llevándote a los tumbos,
cortándote la sien.
Ese eco, que hasta ayer era infierno,
hablándote tan ciego,
callándote, sin ser.
Se enredó en ese ayer aturdido,
que hasta ayer, era un hoy,
esperando humillar.
Se cansó, se quedó sin llegar,
se esfumó sin ser más.
jueves, 9 de julio de 2009
Todos los ojos...
-Pareciera como si ya no escucho más el tren
-Lo perdiste… te lo dije…
-¡No! Es sólo que lo olvidé
-Iba lleno de pasajeros con lágrimas amargas ¿lo sabías?
-¿Vos crees?
-¿Vos no?
-Sí, yo sí, yo viajaba
-¿Viajabas mucho?
-Viajaba siempre.
-¿Viajabas lejos?
-Viajaba a oscuras.
-¿Viajabas sola?
-Viajaba en vano.
-¿Llegaste a tiempo?
-Llegué sin irme.
-¿Estabas viva?
-Estaba a tiempo.
-¿Te fuiste en vano?
-Llegué muy seca.
-¿Lloraste lejos?
-Estaba herida.
-¿Llegaste sola?
-Llegué en silencio.
-¿Oíste mucho?
-Estaba muda.
-¿Llegaste herida?
-Salí vacía.
-¿Volviste a verte?
-Quedé empapada.
-¿Volvis…-
-…shhhhh, que ya nos vimos.
martes, 7 de julio de 2009
paz
Y porque a veces,
la paz se come algunos bocados de ese humo espeso
que tapaba el pulmón.
Se come lo absurdo. Se trepa en silencio.
Distrae a las ansias furiosas que empapelan el infierno.
Y porque a veces, uno se acostumbra a que le falte el aire.
Se acostumbra a andar con los vidrios sucios,
buscando quizás no mirar para adentro.
Lamentando quizás no poder ver hacia fuera.
Buscando lo inerte.
Durmiendo en el llano.
Llorando lo falso.
Y entonces, a veces, se agita el deseo de lo reprimido,
se suelta la soga del lobo,
del nido, del vacío temido.
Y es que entonces,
sólo a veces,
se sabe que afuera está corriendo el río.
Se sabe que adentro está seco, está tibio.
Y a veces, entonces,
se sabe,
que secos,
morimos de frío.
martes, 9 de junio de 2009
Anden
Esperar el tren un domingo de invierno es hasta medio triste a veces, o sin sol, aunque haya sol. La gente tiene cara de domingo, las hamacas de la plaza suenan viejas, suenan frías, cansadas, con cadenas de domingo. Los árboles, sin embargo, están quietitos, ellos son más disimulados, quizás charlen entre ellos, pero como si fuera martes, o como si fuera octubre, no sé. Las familias no se sabe bien si van o vienen. Si almorzaron ravioles, milanesas. Si tomaron sopa o si ni comieron. Y el señor de sobretodo, tenía mucha cara de domingo. Toda. Enorme y fría. Como sin nietos. Como sin compañera. Como sin más café. Como sin sol en el pecho. Como sin él.
martes, 26 de mayo de 2009
miércoles, 20 de mayo de 2009
Rato de ventana y escalera
Y había una ventana que quizás me miraba,
o me invitaba, o me imitaba.
Abierta de par en par en esa tarde de invierno,
jugaba a no darse cuenta que el viento la acariciaba.
Ella sonriente y naranja, de vidrios esmerilados,
charlaba con la escalera, le cantaba, la abrazaba.
Hasta que un par de escalones, le murmuraron sus sombras,
sus caprichos, sus hazañas…
y así, -con mucha paciencia- se les fue pasando el rato,
el viento, lo anaranjado, aquellas sombras pesadas,
los gritos de la arboleda,
las tostadas, las bufandas…
y así todo quedó en calma,
sin naranja ni escalera,
pero respirando lunas,
pegoteadas con estrellas,
con los besos de las hojas,
con canciones, con más huellas.
Con menos sombras profundas,
y más mañanas de seda.
lunes, 18 de mayo de 2009
lunes, 11 de mayo de 2009
Pipo
Hasta el viejo hospital de los muñecos
llego el pobre pinocho malherido,
un cruel espantapájaros bandido
lo sorprendió durmiendo y lo atacó
Llego con su nariz hecha pedazos
una pierna en tres partes astillada
una lesión interna y delicada
que el medico de guardia lo atendió
A un viejo cirujano llamaron con urgencia
y con su vieja ciencia pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados
todo esto sera en vano le falta el corazón
El caso es que pinocho estaba grave
en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabia
a quein pedir prestado un corazón
Entonces llego el hada protectora
y viendo que pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y pinocho sonriendo despertó...
No hubo caso... hasta le canté dulcemente esta canción, pero Pipo se negó por completo... dijo que vió a muchos humanos llorar de dolor, y es por eso que no quiere un corazón...
sábado, 9 de mayo de 2009
Desperté
Exploté,
En mil pedazos reventé,
Están todas las paredes llenas,
Con pedazos de mi piel,
Tomaré mis manos y las estrellaré,
Romperé todas las calles,
Que están debajo de mis dos pies,
Me eché a correr y desdoblé todo mi cuerpo,
Quedaré expuesto a los rayos del sol,
Desmaye y allí no más me desperté,
Entre las uñas mi cariño,
Derramado en la sangre encontré,
Volaré y de golpe dejare caer,
Subiré de nuevo y otra vez así me dejaré caer,
Guardo dos compases de respiro,
Guardo dos compases de alivio,
Guardo dos compases de silencio,
Guardo y dejo todas mis fuerzas en esta frase,
Y en esta melodía,
Y yo estoy aquí
En medio de este bar
Y no se que es lo que hago aquí
["Desperté - Café Tacuba]
lunes, 4 de mayo de 2009
Naufragio, cielo
jueves, 30 de abril de 2009
martes, 21 de abril de 2009
Ese oscuro rincón
¿Qué maestro endiablado te trajo tan cerca y tan afilada?
¿Quién te dejó desnuda de empuñadura, indómita, rebelde y astillada?
Que ni tu sombra sirve de reparo, sólo lastima.
Que ni tus penas gritan a lo lejos;
que ni tus sueños tienen ya paciencia.
Que los baúles de tu mente, repletos todos de furia,
empujan al gigante a no buscarte nunca más...
¿Quién te dejó desnuda de empuñadura, indómita, rebelde y astillada?
Que ni tu sombra sirve de reparo, sólo lastima.
Que ni tus penas gritan a lo lejos;
que ni tus sueños tienen ya paciencia.
Que los baúles de tu mente, repletos todos de furia,
empujan al gigante a no buscarte nunca más...
lunes, 20 de abril de 2009
La palabra
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.
[Eduardo Galeano - El libro de los abrazos]
[Eduardo Galeano - El libro de los abrazos]
Raúl
Raúl se sentía solo. Me decía que se la pasaba dando vueltas, siempre sobre lo mismo. Me contaba que escuchaba la ventana, pero no podía ver el sol. Que charlaba con Héctor, pero no podía mirarlo a los ojos. "Qué triste es no poder ver por la ventana, y pensar que estoy tan solo..." me decía, con la voz pálida. Que se estaba perdiendo un mundo entero por no poder tener ojos como todos, eso lo ponía muy triste... entonces, yo, mientras él se terminaba el mate ya un poco lavado, le hice unos ojos amables para que pueda disfrutar del mundo de las imágenes... para que no esté más triste, para que pueda sonreir con los párpados... pero fue en vano; ni bien le pegué sus ojitos nuevos, estos se dejaron caer suavemente y transformaron el nuevo rostro de Raúl en un semblante más triste del que ya tenía, sólo que ahora era más expresivo. "Qué triste es mirar por la ventana, y ver que estoy tan solo", repetía bajito...
Ultimo nunca
Es que hoy tengo esa humedad adherida en la piel, chiclosa, pegoteada. Y ando a los tumbos, con las manos tibias
que conservan todavía el calor que no tuvieron;
que acarician todavía el silencio que no llegó nunca al suspiro.
Y ando moqueando, de luna en luna,
con la nariz tapada por culpa de ese aroma que nunca recorrí.
Y sin embargo, veo, todavía.
Sin embargo, me tomo el tiempo de sentarme a esperar
que desaparezca la sombra de esos últimos pasos,
que de tan lentos, ya no se si van o vienen.
Ya no se si son los míos, ya no se si corren, si mueren, si patalean.
Ya no se si estoy acá.
Un palomo
Yo escuché, esa mañana, que el palomo del techo cantaba...
Mi vida fuimos a volar, con un solo paracaídas,
uno sólo va a quedar volando a la deriva.
Vivir así no es vivír, esperando y esperando,
porque vivir es jugar y yo quiero seguir jugando.
Le dije a mi corazón sin gloria pero sin pena,
no cometas el crimen, varón, si no vas a cumplir la condena.
Quiero vivir dos veces para poder olvidarte,
quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte.
No te preocupes, Paloma, hoy no estoy adentro mío,
tu amor es mi enfermedad soy un envase vacío.
No te preocupes Paloma, no hay pájaros en el nido,
dos ilusiones se irán a volar, pero otras dos han venido.
Si me olvido de vivir, colgado de sentimiento,
voy a vivir para repetir otra vez este momento.
Te bajaría del cielo, mujer, la luna hasta tu cama,
porque es muy poco de amor sólo una vez por semana.
Puse precio a mi libertad y nadie quiso pagarlo,
te cambio tu corazón por el mío para mirarlo y mirarlo.
Ampas de gloria, mujer, quiero un pedazo de cielo,
para invitarte a dormir en la cama o en el suelo.
Un sacrificio ritual, bien o mal, yo quiero hacerle a mi estrella,
sin principio ni final, no puedo vivir sin ella.
[Paloma - Andres Calamaro]
jueves, 16 de abril de 2009
Paciencia...
navegar en paz requiere su tiempo
y en la soledad mirar hacia adentro
se curan heridas, se encuentran salidas
en la oscuridad, en ese momento
si se rema mas, se viaja mas lento
si nada mejora no pasan las horas
hace un día o dos que no me levanto
ya no queda voz, pero queda el canto
de alguna manera fue larga la espera
siempre me toca a mi
el camino mas largo
yo me hago cargo…
[ "Navegar" - NTVG ]
y en la soledad mirar hacia adentro
se curan heridas, se encuentran salidas
en la oscuridad, en ese momento
si se rema mas, se viaja mas lento
si nada mejora no pasan las horas
hace un día o dos que no me levanto
ya no queda voz, pero queda el canto
de alguna manera fue larga la espera
siempre me toca a mi
el camino mas largo
yo me hago cargo…
[ "Navegar" - NTVG ]
martes, 14 de abril de 2009
lunes, 13 de abril de 2009
Piel
jueves, 9 de abril de 2009
Pabellón
martes, 7 de abril de 2009
Funda
domingo, 5 de abril de 2009
Casi
viernes, 3 de abril de 2009
Mi perro fantasma
No no, que no.
Que mis amigos imaginarios son más reales que los de carne.
Que los fantasmas azules te pueden morder los dedos,
pero los perros violetas te siguen a todas partes.
Que no, que no es invento, que siguen mudos por no asustarte.
Que esperan quietos por no abusar,
que lloran el frío como un chihuahua
y esperan la lluvia sin despertarte.
Que quieren mimos -pero no grites, que si les hablo me miman más.
Que están cansados de tanta pena, y estarán hartos de mendigar.
Que mis amigos imaginarios son más reales que los de carne.
Que los fantasmas azules te pueden morder los dedos,
pero los perros violetas te siguen a todas partes.
Que no, que no es invento, que siguen mudos por no asustarte.
Que esperan quietos por no abusar,
que lloran el frío como un chihuahua
y esperan la lluvia sin despertarte.
Que quieren mimos -pero no grites, que si les hablo me miman más.
Que están cansados de tanta pena, y estarán hartos de mendigar.
jueves, 2 de abril de 2009
(y...)
miércoles, 11 de marzo de 2009
Difuso
miércoles, 11 de febrero de 2009
Sí, pueden
lunes, 2 de febrero de 2009
Lucha
Lucha de gigantes
convierte,
el aire en gas natural
un duelo salvaje
advierte,
lo cerca que ando de entrar
En un mundo descomunal
siento mi fragilidad.
Vaya pesadilla
corriendo,
con una bestia detrás
dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más
Me da miedo la enormidad
donde nadie oye mi voz.
Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no se contra quién voy
¿o es que acaso hay alguien más aqui?
Creo en los fantasmas terribles
de algún extraño lugar
y en mis tonterias
para hacer tu risa estallar
En un mundo descomunal
siento tu fragilidad.
Deja de engañar
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar
monstruo de papel
no se contra quién voy
¿o es que acaso hay alguien más aqui?
Deja que pasemos sin miedo.
[Soundtrack Amores perros "Lucha de gigantes" - Nacha Pop]
sábado, 31 de enero de 2009
Eco traidor
Vi las manos de esas hojas silenciosas, que me contaron secretos
sin darse cuenta. Me contaron que el sol no les dijo nada, pero sabía;
él lo sabía. Me contaron que la lluvia se lo gritó al viento y que éste
no quiso desparramarlo por el bosque. Por miedo, obvio.
Vi con las manos cerradas, todos los sonidos que escondías. Las hojas, en su silencio, también los vieron. También oyeron. Abrí las manos, para ver mejor, pero ya te habías ido, con el sol, por la sombra, efímera y vanidosa, antes de que la lluvia les mordiera los talones.
Vi con las manos vacías, que un eco sordo me comía los ojos.
Pero no dije nada, no pude decir nada. Con los párpados raídos,
tan rotos, tan mudos, no tuve valor para decir nada.
[Foto: gentileza de Nanita.]
viernes, 30 de enero de 2009
Pupila
No siendo esclava de tus ojos, perforo mi aliento
con las rocas filosas que soltó el camino desandado,
y me dejo arañar, impávida, serena y ensangrentada,
por unos gritos helados que no logran desarmar tu alma.
Ciega de tanto por mirar, emprendo ese vuelo
furioso y desesperado, y corro tan rápido como
tu sombra no alcance, y mi piel se despega de tu sombra,
y tu sombra se lleva la mía, y mis manos te asfixian
las entrañas, y tu suspiro acalla mi demencia, y el sol
enfermo de pudor explota en llanto porque mi paciencia
calmará tu ira… entonces, enredada, ahora, en la maraña
de tus huesos de labios secos, dejo caer mis párpados
sobre tus huellas, y te sigo… ciega de tanto por mirar.
viernes, 23 de enero de 2009
La pálida
Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte.
En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
["La pálida" - Eduardo Galeano]
En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
["La pálida" - Eduardo Galeano]
lunes, 12 de enero de 2009
Una noche pasada, pesada...
El barrio casi en silencio. La lluvia da una música de fondo perfecta. Por la ventana se escurre un olor a tierra mojada que termina de cerrar con ese clima ideal para una pesada noche totalmente de verano.
Fue un día muy real. Fue una semana demasiado virtual. Te miras las manos con los ojos bien abiertos y ves un vacío profundo y quieto. Las miras con los ojos bien cerrados, y tus puños están tan llenos de proyectos que se te escapan como gelatina entre los dedos. Pausa. Tus ojos de pronto estallan… ¿por qué? Por incontinencia sentimental seguro. La mediocridad te susurra en el oído y tratas de espantarla como mosca de verano. La frustración, rencorosa, te mira desde alguna ventana, pero vos cerras la tuya sin dejarla siquiera espiar. Te levantas, caminas, respiras, te lamentas nuevamente; como criatura de dos años preguntas: ¿y por qué? Te encoges de hombros mientras te secas las lágrimas de un presente que nunca existió.
Un eco adolescente remueve historias inconclusas, irreales, tan tormentosas como efímeras. Miras el techo. Respiras la lluvia. Le das un último sorbo al mate, frío, lavado, pero paciente, hasta casi comprensivo. Las canciones de una radio vieja te hacen viajar fugazmente a cualquier lado. Con la sensibilidad a flor de piel, experimentas un sin fin de sensaciones, y terminan dejándote abombada.
¿Hace falta una desconexión tan brusca para bajar a lo simple? Dejas que tu cabeza se lance a esa montaña rusa llena de vértigo y adrenalina, esperando que se lleve con el impulso los propios impulsos de tu alma; no hay caso, con el alma tan desnuda, la soledad se te pega como chicle derretido y rebalsas de cariño ya vencido, descartable, inútil, como todo, como siempre.
Finalmente entras en un estado de ensoñación, intentando atrapar sueños intangibles pero que acechan cual lobo en la oscuridad. Con unas manos enormes como del mármol más frío crees lograr la captura del gigante, pero sabes que los sueños cautivos no florecen, no respiran, no fluyen, no liberan. Acurrucados e inmóviles sólo esperan no ser soñados nunca más. ¿Y por qué…? Volves la vista a la ventana… y volves a respirar… y volves a la lluvia.
Fue un día muy real. Fue una semana demasiado virtual. Te miras las manos con los ojos bien abiertos y ves un vacío profundo y quieto. Las miras con los ojos bien cerrados, y tus puños están tan llenos de proyectos que se te escapan como gelatina entre los dedos. Pausa. Tus ojos de pronto estallan… ¿por qué? Por incontinencia sentimental seguro. La mediocridad te susurra en el oído y tratas de espantarla como mosca de verano. La frustración, rencorosa, te mira desde alguna ventana, pero vos cerras la tuya sin dejarla siquiera espiar. Te levantas, caminas, respiras, te lamentas nuevamente; como criatura de dos años preguntas: ¿y por qué? Te encoges de hombros mientras te secas las lágrimas de un presente que nunca existió.
Un eco adolescente remueve historias inconclusas, irreales, tan tormentosas como efímeras. Miras el techo. Respiras la lluvia. Le das un último sorbo al mate, frío, lavado, pero paciente, hasta casi comprensivo. Las canciones de una radio vieja te hacen viajar fugazmente a cualquier lado. Con la sensibilidad a flor de piel, experimentas un sin fin de sensaciones, y terminan dejándote abombada.
¿Hace falta una desconexión tan brusca para bajar a lo simple? Dejas que tu cabeza se lance a esa montaña rusa llena de vértigo y adrenalina, esperando que se lleve con el impulso los propios impulsos de tu alma; no hay caso, con el alma tan desnuda, la soledad se te pega como chicle derretido y rebalsas de cariño ya vencido, descartable, inútil, como todo, como siempre.
Finalmente entras en un estado de ensoñación, intentando atrapar sueños intangibles pero que acechan cual lobo en la oscuridad. Con unas manos enormes como del mármol más frío crees lograr la captura del gigante, pero sabes que los sueños cautivos no florecen, no respiran, no fluyen, no liberan. Acurrucados e inmóviles sólo esperan no ser soñados nunca más. ¿Y por qué…? Volves la vista a la ventana… y volves a respirar… y volves a la lluvia.
sábado, 10 de enero de 2009
Pasó el Polaco a tomar unos mates...
Estás desorientado y no sabés
qué trole hay que tomar para seguir.
Y en ese desencuentro con la fe
querés cruzar el mar y no podés.
La araña que salvaste te picó
¡qué vas a hacer!
y el hombre que ayudaste te hizo mal
¡dale que va!
Y todo el carnaval
gritando pisoteó
la mano fraternal que Dios te dio.
Qué desencuentro
Si hasta Dios está lejano
Sangrás por dentro,
todo es cuento, todo es vil.
En un corso a contramano
un grupí trampeó a Jesús...
No te fíes ni de tu hermano,
se te cuelgan de la cruz...
Quisiste con ternura, y el amor
te devoró de atrás hasta el riñón.
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás
te hundieron con rencor todo el arpón
Amargo desencuentro,
porque ves que es al revés...
Creiste en la honradez y en la moral...
¡qué estupidez!
Por eso en tu total
fracaso de vivir,
ni el tiro del final te va a salir.
[Música: Aníbal Troilo | Letra: Cátulo Castillo ]
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