martes, 16 de diciembre de 2008
viernes, 12 de diciembre de 2008
Cómo aprovechar el tiempo muerto en diferentes situaciones de mortandad temporal
1. En un medio de transporte público
Generando historias. El ejercicio es el siguiente (se pueden generar historias propias o se puede reinterpretar sobre historias ajenas, escuchando conversaciones entre pasajeros, o bien, entre algún pasajero y su teléfono celular).
1.1 - Historias propias
Se toma como punto de partida un disparador cualquiera, que puede ser:
a.Una persona real
b.Una persona ficticia
c.Un lugar real
d.Un lugar paralelo
e.Un clima poderoso
f.Un aroma particular (ej.:el aroma que salía de la fábrica de vainillas que había a dos cuadras de casa, cuando volvía de la escuela)
g.Etc., etc., etc.
Se elige entonces alguno de estos disparadores o se usan todos simultáneamente y/o sucesivamente, encadenando unos con otros y se va construyendo un relato mental, real… o no. El mismo puede hacerse con los ojos cerrados, si es que el entorno visual contamina nuestra imaginación. De no ser así, podemos dejar que éste se involucre también con el relato naciente.
NOTA: de tomar la opción “ojos cerrados”, tener la precaución de no adormecerse en el intento, siempre y cuando se viaje de pie. En el caso de estar haciendo uso de un asiento, ser precavidos entonces -posteriormente al cierre de ojos- de no tumbarse ni babear a cualquier sujeto que pudiera o pudiese estar presente a nuestro lado.
1.2 - Historias ajenas
Se debe focalizar el oído hacia la conversación que consideremos más jugosa. Cuantos menos datos explícitos tengamos de esa situación que estamos observando (cantidad de personas, sexo, edad, información puntual del tema que conduce la charla) más holgada quedará esa historia para ser rellenada con conclusiones incoherentes, referencias artificiales, incongruencias entre personajes/ lugares, etc. Tomar entonces como punto de partida la historia misma que tejen los personajes reales, y condimentar cada palabra, cada explicación, con justificaciones extremistas, con argumentos inverosímiles, con acotaciones humorísticas, y demás yerbas.
NOTA: recordar que todo esto debe mantenerse como un relato mental, y bajo ningún punto de vista se deben expresar los pensamientos a viva voz, aún cuando nos consideremos dignos y con el valor para interrumpir y opinar sobre la conversación real, de personajes reales, la cual hemos tomado como punto de partida.
2. Caminando por la calle
Es válido tomar como ejercitación la herramienta generadora de historias del punto 1.1, pero no del mismo modo se podría aplicar el punto 1.2, ya que este necesita una sutil modificación. Utilizaremos el término “transeúnte” como análogo de “pasajero”. Si bien en un transporte público los pasajeros pueden ser fácilmente intercambiables, en la calle los transeúntes son constantemente variables (que no es lo mismo que variablemente constantes; se toma como “constante” el ser transeúnte y como “variables” a cada uno de ellos). Considerando el carácter efímero de cada historia que pudiéramos capturar en el aire de una caminata rauda y veloz, el ejercicio en esta instancia consta de hilar fragmentos de historias reales, y enlazarlas sin necesidad de que pertenezcan a transeúntes con diálogos en común. Dado el poco sustento que pueden tener estos fragmentos por su captura tan superficial como inconclusa, se requerirá un esfuerzo mayor para la construcción del relato, pudiendo también agregar libremente, luego de una observación callejera, vestimenta ridícula, rasgos particulares, tics personales, y cualquier otro material que pueda sumar para lograr un relato mental más acabado.
[continúa en página 856]
Generando historias. El ejercicio es el siguiente (se pueden generar historias propias o se puede reinterpretar sobre historias ajenas, escuchando conversaciones entre pasajeros, o bien, entre algún pasajero y su teléfono celular).
1.1 - Historias propias
Se toma como punto de partida un disparador cualquiera, que puede ser:
a.Una persona real
b.Una persona ficticia
c.Un lugar real
d.Un lugar paralelo
e.Un clima poderoso
f.Un aroma particular (ej.:el aroma que salía de la fábrica de vainillas que había a dos cuadras de casa, cuando volvía de la escuela)
g.Etc., etc., etc.
Se elige entonces alguno de estos disparadores o se usan todos simultáneamente y/o sucesivamente, encadenando unos con otros y se va construyendo un relato mental, real… o no. El mismo puede hacerse con los ojos cerrados, si es que el entorno visual contamina nuestra imaginación. De no ser así, podemos dejar que éste se involucre también con el relato naciente.
NOTA: de tomar la opción “ojos cerrados”, tener la precaución de no adormecerse en el intento, siempre y cuando se viaje de pie. En el caso de estar haciendo uso de un asiento, ser precavidos entonces -posteriormente al cierre de ojos- de no tumbarse ni babear a cualquier sujeto que pudiera o pudiese estar presente a nuestro lado.
1.2 - Historias ajenas
Se debe focalizar el oído hacia la conversación que consideremos más jugosa. Cuantos menos datos explícitos tengamos de esa situación que estamos observando (cantidad de personas, sexo, edad, información puntual del tema que conduce la charla) más holgada quedará esa historia para ser rellenada con conclusiones incoherentes, referencias artificiales, incongruencias entre personajes/ lugares, etc. Tomar entonces como punto de partida la historia misma que tejen los personajes reales, y condimentar cada palabra, cada explicación, con justificaciones extremistas, con argumentos inverosímiles, con acotaciones humorísticas, y demás yerbas.
NOTA: recordar que todo esto debe mantenerse como un relato mental, y bajo ningún punto de vista se deben expresar los pensamientos a viva voz, aún cuando nos consideremos dignos y con el valor para interrumpir y opinar sobre la conversación real, de personajes reales, la cual hemos tomado como punto de partida.
2. Caminando por la calle
Es válido tomar como ejercitación la herramienta generadora de historias del punto 1.1, pero no del mismo modo se podría aplicar el punto 1.2, ya que este necesita una sutil modificación. Utilizaremos el término “transeúnte” como análogo de “pasajero”. Si bien en un transporte público los pasajeros pueden ser fácilmente intercambiables, en la calle los transeúntes son constantemente variables (que no es lo mismo que variablemente constantes; se toma como “constante” el ser transeúnte y como “variables” a cada uno de ellos). Considerando el carácter efímero de cada historia que pudiéramos capturar en el aire de una caminata rauda y veloz, el ejercicio en esta instancia consta de hilar fragmentos de historias reales, y enlazarlas sin necesidad de que pertenezcan a transeúntes con diálogos en común. Dado el poco sustento que pueden tener estos fragmentos por su captura tan superficial como inconclusa, se requerirá un esfuerzo mayor para la construcción del relato, pudiendo también agregar libremente, luego de una observación callejera, vestimenta ridícula, rasgos particulares, tics personales, y cualquier otro material que pueda sumar para lograr un relato mental más acabado.
[continúa en página 856]
martes, 2 de diciembre de 2008
lunes, 1 de diciembre de 2008
sábado, 29 de noviembre de 2008
Sol
martes, 25 de noviembre de 2008
Pssst!
lunes, 3 de noviembre de 2008
Casi como el mar
De pronto me encontré en un lugar, donde la sombra era tan espesa como tangible; tan filosa como puñales, tan amarga, tan pesada,
tan presente.- Y vos mirabas desde lo más hondo de aquel cielo, gritándole al viento los silencios de tus penas, que sangrando entre canciones se desarmaban sin respuesta, sin salida, sin consuelo.
Sin quererlo. Sin saberlo. Y yo, con las manos vacías de impotencia, tapé fríamente mis ojos para no escuchar al viento nunca más...
domingo, 2 de noviembre de 2008
sobredosis
Todas las imágenes del encierro liberan sus gritos en el vacío.
Sobre un fuego descontrolado arden mis pupilas alambradas,
y mis párpados anudados chillan de dolor.
Quemándose por dentro, los recuerdos recuerdan lo olvidado,
olvidan el triunfo, triunfa la derrota,
y caen, mueren. Los recuerdos. El olvido. Lo pasado, lo irreal.
El presente se hace entonces ceniza efímera, intangible.
Vuela, se deshace,
me busca, se pierde,
se olvida.
Se ve.
La escucho,
la pierdo.
Se va.
domingo, 19 de octubre de 2008
lunes, 29 de septiembre de 2008
Una ventana
¿A quién esperas? Sabes que es tarde ya. Sabes que llueve una melancolía que inunda el alma. Entonces ¿por qué esperas? ¿No ves que es a vos a quien esperan los demonios de aquel infierno paradisíaco? Dejá viajar a tus párpados caídos, dejalos que reposen donde siempre quisieron estar, dejá que hoy cubran ojos ajenos, ojos que ya vieron mucho; ojos que no quieran ver más. Entregá por fin tu mirada a ese viaje temeroso e incansable de no cegarse nunca más.
viernes, 19 de septiembre de 2008
Debajo de lo más alto
Se quiebran mis ramas mutiladas sin saber
que jamás alcanzarán la superficie.
Se secan de savia mis venas rogando una última gota para respirar.
Vacíos, ellos, vacíos, mis huesos, cansados los ojos de tanto cegar.
Cegado el olvido de tanto prohibir.
Prohibido el pasado de tanto negarse.
Ahogado mi cuerpo, sin ramas, sin savia, sin aire, sin más...
¿Y si hay más? ¿Y si hay siempre?
[foto: MJP]
¿Y si hay más? ¿Y si hay siempre?
[foto: MJP]
domingo, 7 de septiembre de 2008
sábado, 6 de septiembre de 2008
Guadaña
Los mordes; se desangran; lloran, mutilados, desorbitados,
te piden a gritos que te vayas pero te amarran hasta asfixiarte
los propios deseos, y tu furia ya sin fuerza se desespera de pasión,
de ira, y de desolación, y se calla... Se sienta a un costado,
resignando la violencia de la fogosidad plena,
y deja caer como una manta de seda
las ganas de alcanzar el más allá.
Baja las pestañas. Se acuesta, ya no espera.
Se duerme, se muere, se va. ¿Y... se va?
te piden a gritos que te vayas pero te amarran hasta asfixiarte
los propios deseos, y tu furia ya sin fuerza se desespera de pasión,
de ira, y de desolación, y se calla... Se sienta a un costado,
resignando la violencia de la fogosidad plena,
y deja caer como una manta de seda
las ganas de alcanzar el más allá.
Baja las pestañas. Se acuesta, ya no espera.
Se duerme, se muere, se va. ¿Y... se va?
viernes, 29 de agosto de 2008
Tal vez reflexiones de viernes...
"Todo verdadero sentimiento es en realidad intraducible. Expresarlo es traicionarlo. Pero traducirlo es disimularlo. La expresión verdadera oculta lo que manifiesta. Opone el espíritu al vacío real de la naturaleza, y crea, como reacción, una especie de lleno en el pensamiento. O, si se prefiere, en relación con la manifestación-ilusión de la naturaleza, crea un vacío en el pensamiento. Todo sentimiento poderoso produce en nosotros la idea de vacío. Y el lenguaje claro que impide ese vacío impide asimismo la aparición de la poesía en el pensamiento. Por eso una imagen, una alegoría, una figura que ocultan lo que quisieran revelar significan más para el espíritu que las claridades de los análisis de la palabra. Por eso la belleza nunca nos hiere directamente. El sol poniente es hermoso por todo lo que nos hace perder".
[Antonin Artaud - "El teatro y su doble"]
lunes, 25 de agosto de 2008
domingo, 24 de agosto de 2008
¡Y te quedas ahí!
lunes, 18 de agosto de 2008
Al dormir
Se que permitís esa llaga en tu conciencia porque el grito del jardín es más feroz que el propio lobo, y es más cobarde que el placard. Si te dejaras llevar sólo un instante, si te dejaras los pulmones tocar; si te embebieras de aquel aliento espeso que empapó tus ojos, que te asfixió el mirar, quedaría tu mente ciega, mutilada; y desde el túnel tan seco como hambriento, sólo podrías correr hacia el infinito, sin hallar jamás la salida.
Hoy escucho la soledad que blanca y dormida suspira desde tus entrañas, y veo cómo tu alma efímera y dócil se escurre entre las manos del viento. Y hoy, con mis manos llenas de ojos, miro casi sin darme cuenta, y me dejo acariciar por ese viento que se llevó alocadamente tu piel para teñirla de nunca más.
Hoy escucho la soledad que blanca y dormida suspira desde tus entrañas, y veo cómo tu alma efímera y dócil se escurre entre las manos del viento. Y hoy, con mis manos llenas de ojos, miro casi sin darme cuenta, y me dejo acariciar por ese viento que se llevó alocadamente tu piel para teñirla de nunca más.
sábado, 16 de agosto de 2008
Pausa. Corta. Pensá, no mucho. Seguí. Seguís.
Puedo tocarte o solo verte
Muero de pronto, vivo siempre
Pruebo, más de dos veces
Juego con fuego.
Voy sin dormir a donde sea
Más lo pienso, más me cierra.
Lejos siempre tiene un cerca
Que sabrás de mi inocencia.
Lo prohibido es tentador
Quédate hasta que amanezca.
Llega el día y de vuelta
El camino la respuesta.
Voy donde no me llevan
Más adentro de la selva.
Lejos de algunos idiotas
Que quieren domar las fieras.
Lo que quiere el domador
Queda adentro en una siesta.
Llega un tiempo en que resurge
El camino lo despierta.
Puedo gozar o ser inerte
Muero de pronto, vivo siempre
Pruebo, más de dos veces
Juego con fuego
Voy al doble con mi apuesta
Mas te quiero si te arriesgas.
Lejos te ví y me dí cuenta
Que disfruto la tormenta.
Lo que restringes en vos
Queda adentro y te envenena.
Llega el día y todos vuelven
El camino nunca duerme.
[Grandes esperanzas | Catupecu Machu]
domingo, 10 de agosto de 2008
martes, 5 de agosto de 2008
Lejos
sábado, 2 de agosto de 2008
El día que mi silla se iluminó...
todas las miradas se hacen sustancia y nos invaden hasta los huesos,
el alma se desparrama y se hace viscosidad entre los dedos,
hasta volverse intangible, inalcanzable, imperdonable...
Casi como en la vida paralela
"Vivir en la verdad, no mentirse a sí mismo, ni mentir a los demás,
sólo es posible en el supuesto de que vivamos sin público.
En cuanto hay alguien que observe nuestra actuación,
nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos miran
y ya nada de lo que hacemos es verdad.
Tener público, pensar en el público, eso es vivir en la mentira."
[Milan Kundera - "La insoportable levedad del ser"]
[Milan Kundera - "La insoportable levedad del ser"]
jueves, 31 de julio de 2008
pasado sin pisar...
Quedaron esas cómplices paredes inocentes que escucharon a tus manos temblorosas, que miraron a esos ojos de pánico desolados, chorreando culpas tan pesadas como invisibles, cicatrizando castigos inmorales que te aplastaron la sien…
¿Quedaron? Sí, quedaron las paredes… quedó el cemento frío. Inmutable. Acá.
¿Quedaron? Sí, quedaron las paredes… quedó el cemento frío. Inmutable. Acá.
viernes, 18 de julio de 2008
jueves, 17 de julio de 2008
De una cajita, una vez...
Ni gente ni autos ni perros mojados. Una alarma que aturde los pasos sordos. Las hojas empapadas te cuentan al oído sus secretos mas íntimos mientras caen, mientras mueren, y se ahogan. Y vos mientras tanto, -entre baldosa y baldosa- pensas.
Por las venas sentís que en lugar de sangre te corre barro. No sé por qué, pero sentís esa pesadez. Por lo espeso tal vez, por lo sucio. Por lo oscuro. Creés que no existe filtro tal que sea capaz de llevar a cabo una purificación tan extensa. No, no lo creés, lo sabés. Pero igualmente caminas. Igual pensas.
La cosa está en no acostumbrarse. Esa es la cuestión. Porque en cuanto te acostumbraste a pensar… chaupicha. Pensar va a ser como ir al baño, como lavarte los dientes, como tomar un colectivo, como cebarte un mate. Y no es justo, no es así, la cabeza trabaja mucho mucho como para que uno la desprestigie de ese modo, no podemos ubicar su actividad como una rutina más de nuestro día. Porque la cabeza te deja que vayas al baño, la cabeza te permite que te laves lo dientes, la cabeza te ayuda a que tomes el colectivo, la cabeza te dice que te cebes un mate… y uno le hace caso… entonces, no hay que acostumbrarse, es así nomás.
El tema es la vida paralela, ahí si que cuesta moverse. Y salir, ni te cuento. Así como en un día de lluvia, cuando uno entra a un lugar cerrado, la gente advierte que uno viene de la calle, al toque… bueno, con la vida pasa lo mismo. Cuando uno sale de la vida paralela y entra en la titular, queda a la vista de todos que venís de la vida paralela… se nota. Se te nota. ¿Y sabés hasta cuando se nota? Hasta que te acostumbras. Cuando ya entraste en clima, cuando ya te ubicas con la gente, cuando ya no perdes el equilibrio… ahí ya está… ¿entonces? Y, entonces te acostumbraste a esa rutina de lavarte los dientes todos lo días y te cansas, al punto de querer irte al carajo ¿y que hacés? Lógico, te refugiás en tu vida paralela. El problema es cuando volvés. Porque cuando volvés de tu vida paralela, todos se dan cuenta de donde venis. ¿Sabés por qué? Porque no están acostumbrados a verte, están acostumbrados a la coherencia, a la cotidianeidad, a la “normalidad” que no sé a qué hará referencia, pero les encanta usar ese término. Y bueno, dejás de pasar desapercibido cuando ellos se acostumbraron a verte. Y ahí, ahí te acostumbrás…
Por las venas sentís que en lugar de sangre te corre barro. No sé por qué, pero sentís esa pesadez. Por lo espeso tal vez, por lo sucio. Por lo oscuro. Creés que no existe filtro tal que sea capaz de llevar a cabo una purificación tan extensa. No, no lo creés, lo sabés. Pero igualmente caminas. Igual pensas.
La cosa está en no acostumbrarse. Esa es la cuestión. Porque en cuanto te acostumbraste a pensar… chaupicha. Pensar va a ser como ir al baño, como lavarte los dientes, como tomar un colectivo, como cebarte un mate. Y no es justo, no es así, la cabeza trabaja mucho mucho como para que uno la desprestigie de ese modo, no podemos ubicar su actividad como una rutina más de nuestro día. Porque la cabeza te deja que vayas al baño, la cabeza te permite que te laves lo dientes, la cabeza te ayuda a que tomes el colectivo, la cabeza te dice que te cebes un mate… y uno le hace caso… entonces, no hay que acostumbrarse, es así nomás.
El tema es la vida paralela, ahí si que cuesta moverse. Y salir, ni te cuento. Así como en un día de lluvia, cuando uno entra a un lugar cerrado, la gente advierte que uno viene de la calle, al toque… bueno, con la vida pasa lo mismo. Cuando uno sale de la vida paralela y entra en la titular, queda a la vista de todos que venís de la vida paralela… se nota. Se te nota. ¿Y sabés hasta cuando se nota? Hasta que te acostumbras. Cuando ya entraste en clima, cuando ya te ubicas con la gente, cuando ya no perdes el equilibrio… ahí ya está… ¿entonces? Y, entonces te acostumbraste a esa rutina de lavarte los dientes todos lo días y te cansas, al punto de querer irte al carajo ¿y que hacés? Lógico, te refugiás en tu vida paralela. El problema es cuando volvés. Porque cuando volvés de tu vida paralela, todos se dan cuenta de donde venis. ¿Sabés por qué? Porque no están acostumbrados a verte, están acostumbrados a la coherencia, a la cotidianeidad, a la “normalidad” que no sé a qué hará referencia, pero les encanta usar ese término. Y bueno, dejás de pasar desapercibido cuando ellos se acostumbraron a verte. Y ahí, ahí te acostumbrás…
miércoles, 16 de julio de 2008
Mirá
martes, 15 de julio de 2008
Una de las veces que me habló
NO -dijo la almohada- cuando vos creiste haber encontrado el silencio,
no hacías más que hundirte hondo dentro mío -y respiró...
no hacías más que hundirte hondo dentro mío -y respiró...
viernes, 11 de julio de 2008
pulmón
Si viste cómo te queman los párpados cada vez que cerrás los puños,
¿por qué seguís? ¿Por qué no gritaste ya?
No escupas más tus entrañas en los pulmones del viento,
no entregues más tu sangre a cambio de la culpa espesa
que te asfixia, que te tapa los ojos para no dejarte respirar más...
¿no ves que estás lejos? ¿No ves que no ves?
¿No ves que estoy vacía sin las manos de esta carne que con llagas
se sujeta de tu sien? Soltate, hoy. Acá; soltame, ya. Soltate ya.
¿por qué seguís? ¿Por qué no gritaste ya?
No escupas más tus entrañas en los pulmones del viento,
no entregues más tu sangre a cambio de la culpa espesa
que te asfixia, que te tapa los ojos para no dejarte respirar más...
¿no ves que estás lejos? ¿No ves que no ves?
¿No ves que estoy vacía sin las manos de esta carne que con llagas
se sujeta de tu sien? Soltate, hoy. Acá; soltame, ya. Soltate ya.
miércoles, 9 de julio de 2008
Diez
y,
martes, 1 de julio de 2008
jueves, 19 de junio de 2008
viernes, 13 de junio de 2008
viernes, 30 de mayo de 2008
jueves, 29 de mayo de 2008
Callados
Y es que tal vez ellos también esperan a que alguien se les siente al lado, esperan, pacientes, anhelando ser compañía, ser alma y carne una vez más, ser susurro y no brisa, ser aliento y no suspiro, ser calor, ser abrazo, ser relato de lo onírico, ser sabor, ser un rato,
ser sensible... ser... de nuevo... ser eso. Ser.
domingo, 18 de mayo de 2008
lunes, 7 de abril de 2008
domingo, 6 de abril de 2008
Excesos y sesos...
Aromas, gemidos, deseos, amores furtivos, calores, sentidos, músculos temidos, los hombres, visitas, miradas, vaivenes, huidas, mujeres, contactos y pieles, y pieles calientes, y venas profundas, y cielos, tormentas, y polvo y arena, y copas, y ratos y oídos pensando. Burbujas, estrellas, las ropas sin fuerzas, las nubes espesas, el tiempo, demencia, ¿demencia? ¿Locura? ¿Abismo? Y el fin. El fin del encierro, del lobo, del cuento ¿final? ¿Poesía? No creo, la ira fulmina.
jueves, 24 de enero de 2008
sábado, 12 de enero de 2008
Un junio
… y así, quebrándose su alma como una hoja de otoño reseca,
se dejó llevar por el viento en mil pedazos, se dejó caer…
mutilada por el filo helado de aquel junio…
Quizás fue la eterna espera que arañando su más sublime deseo
Quizás fue la eterna espera que arañando su más sublime deseo
ya transformó paciencia en agonía,
inhalando el vaho del oscuro atardecer con olor a humedad…
Y así se deja envolver por la venenosa lengua de la locura,
Y así se deja envolver por la venenosa lengua de la locura,
que atormenta, que tortura –sigilosa, asfixiante-
… se retuercen sus mil pedazos quebrándose más y más,
… se retuercen sus mil pedazos quebrándose más y más,
pero aún así no abandona a su inconsciente
que desgarra sus últimos vestigios de serena savia
que resisten todavía al temporal,
con el alma mojada.
Y así se detuvo su vuelo,
pese a que el viento continuaba arrasando con todos los sueños ajenos…
y así se detuvo,
allí se detuvo,
sin más…
viernes, 4 de enero de 2008
Elemento recurrente 1: "ojos" II
A veces, muy de vez en cuando, pongo este par de ojos en remojo y miro mi vida con ojos prestados. Pero no lo aguanto mucho, rápidamente los ojos prestados se irritan, se incomodan, se desorbitan, se desesperan. Y es entonces cuando me resigno a cambiar la mirada, y vuelvo a los propios ojos que ofreciendo una mirada ya casi sin brillo, se entrecierran para no escuchar los chillidos del alma.
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