viernes, 12 de diciembre de 2008

Cómo aprovechar el tiempo muerto en diferentes situaciones de mortandad temporal

1. En un medio de transporte público
Generando historias. El ejercicio es el siguiente (se pueden generar historias propias o se puede reinterpretar sobre historias ajenas, escuchando conversaciones entre pasajeros, o bien, entre algún pasajero y su teléfono celular).

1.1 - Historias propias
Se toma como punto de partida un disparador cualquiera, que puede ser:
a.Una persona real
b.Una persona ficticia
c.Un lugar real
d.Un lugar paralelo
e.Un clima poderoso
f.Un aroma particular (ej.:el aroma que salía de la fábrica de vainillas que había a dos cuadras de casa, cuando volvía de la escuela)
g.Etc., etc., etc.

Se elige entonces alguno de estos disparadores o se usan todos simultáneamente y/o sucesivamente, encadenando unos con otros y se va construyendo un relato mental, real… o no. El mismo puede hacerse con los ojos cerrados, si es que el entorno visual contamina nuestra imaginación. De no ser así, podemos dejar que éste se involucre también con el relato naciente.

NOTA: de tomar la opción “ojos cerrados”, tener la precaución de no adormecerse en el intento, siempre y cuando se viaje de pie. En el caso de estar haciendo uso de un asiento, ser precavidos entonces -posteriormente al cierre de ojos- de no tumbarse ni babear a cualquier sujeto que pudiera o pudiese estar presente a nuestro lado.

1.2 - Historias ajenas
Se debe focalizar el oído hacia la conversación que consideremos más jugosa. Cuantos menos datos explícitos tengamos de esa situación que estamos observando (cantidad de personas, sexo, edad, información puntual del tema que conduce la charla) más holgada quedará esa historia para ser rellenada con conclusiones incoherentes, referencias artificiales, incongruencias entre personajes/ lugares, etc. Tomar entonces como punto de partida la historia misma que tejen los personajes reales, y condimentar cada palabra, cada explicación, con justificaciones extremistas, con argumentos inverosímiles, con acotaciones humorísticas, y demás yerbas.

NOTA: recordar que todo esto debe mantenerse como un relato mental, y bajo ningún punto de vista se deben expresar los pensamientos a viva voz, aún cuando nos consideremos dignos y con el valor para interrumpir y opinar sobre la conversación real, de personajes reales, la cual hemos tomado como punto de partida.

2. Caminando por la calle
Es válido tomar como ejercitación la herramienta generadora de historias del punto 1.1, pero no del mismo modo se podría aplicar el punto 1.2, ya que este necesita una sutil modificación. Utilizaremos el término “transeúnte” como análogo de “pasajero”. Si bien en un transporte público los pasajeros pueden ser fácilmente intercambiables, en la calle los transeúntes son constantemente variables (que no es lo mismo que variablemente constantes; se toma como “constante” el ser transeúnte y como “variables” a cada uno de ellos). Considerando el carácter efímero de cada historia que pudiéramos capturar en el aire de una caminata rauda y veloz, el ejercicio en esta instancia consta de hilar fragmentos de historias reales, y enlazarlas sin necesidad de que pertenezcan a transeúntes con diálogos en común. Dado el poco sustento que pueden tener estos fragmentos por su captura tan superficial como inconclusa, se requerirá un esfuerzo mayor para la construcción del relato, pudiendo también agregar libremente, luego de una observación callejera, vestimenta ridícula, rasgos particulares, tics personales, y cualquier otro material que pueda sumar para lograr un relato mental más acabado.

[continúa en página 856]

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja justo hoy en el sucte pensaba en el punto 1 y en el 1.1....ay copo copo, copito o copait como quieras...que conession!!!!
lo demas no lo segui leyendo...
ahora sigo

Sebiss dijo...

es como ir al cine, pero grátis y sin Franchela.

Anónimo dijo...

Claro, vos le agregás la imaginación. Yo generalmente la dejo de lado, si es que la tengo, claro.
Uno escucha, y a partir de la evidencia que nos presentan podemos inferir y especular. Qué lindo que es especular. No con la bolsa, eh. Porque por culpa de los especuleadores de bolsa, todo se cae a la mierda y nos quedamos sin trabajo.
chau
pd: si, hoy dormi poco.