Deberías dejar de engañarte con esos falsos reflejos, el de plastilina, el de papel y el de cemento. Soltate los dedos, sacudite los muslos, respirá la adrenalina del viento que nunca exhalaste por miedo al ahogo empapado. Mirá, tocá, ¿lo ves? Ya está, no hay más.
1 comentario:
Alla hu akhbar!!!
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