
Es que hoy tengo esa humedad adherida en la piel, chiclosa, pegoteada. Y ando a los tumbos, con las manos tibias
que conservan todavía el calor que no tuvieron;
que acarician todavía el silencio que no llegó nunca al suspiro.
Y ando moqueando, de luna en luna,
con la nariz tapada por culpa de ese aroma que nunca recorrí.
Y sin embargo, veo, todavía.
Sin embargo, me tomo el tiempo de sentarme a esperar
que desaparezca la sombra de esos últimos pasos,
que de tan lentos, ya no se si van o vienen.
Ya no se si son los míos, ya no se si corren, si mueren, si patalean.
Ya no se si estoy acá.
1 comentario:
Che, posta, en serio...nunca pensaste en dedicarte a la fotografia????
(no es joda copo, no es joda....)
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