martes, 25 de diciembre de 2007

Elemento recurrente 2: "alma"


Y me acostumbré a andar a tientas, porque mi alma siempre está a oscuras. Pero no vacía. Entonces uno por acá adentro anda a los ponchazos, llevándose puesto todo. De día se puede tantear mejor, porque un poco la luz del sol te deja ver los contornos afilados de las dudas, llenas de tierra y acobachadas en algún rincón, apoyadas sobre algún sillón. Escondidas en cualquier cajón. Ves las penas que cuelgan lánguidas de las perchas, como aquellos fideos caseros de una mañana de domingo, allá lejos, en una infancia con olor a cuentos de abuela, con olor a barrio. Ves también de refilón algunos secretos, todos dobladitos, muy almidonados, quietos ahí, duros, inmutables. También queda volando algún eco de canciones del jardín, adornado con vocecitas inocentes… está todo, en el alma está todo. Y si hubiera luz acá adentro, ¡cuántas cosas más podría ver! Están también las palabras, esas que nunca dijiste y las guardaste en frasquitos con formol, por si alguna vez te arrepentías del silencio y las sacabas a la luz… mala elección, hoy ves tantos de esos frascos rotos en el suelo…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Limpio, impecable.
Como si las pelusas
no formaran parte del sistema